El cliente y los zapatos que nadie compraría

Hago excelentes zapatos a medida para  rockandrollers que buscan algo más… porque antes de llegar aquí hice horribles zapatos que nadie en su sano juicio compraría.

Me dirijo a personas que valoran lo excepcional, lo personalizado, lo duradero y lo auténticamente artesanal.

Para llegar a esas personas superé obstáculos y errores en mi camino, aprendiendo y formándome (mucho y durante mucho tiempo) en zapatería artesanal.

Al principio de mi carrera hice zapatos horribles con evidentes fallos de diseño, pero seguí adelante y perfeccioné mi trabajo con perseverancia y dedicación hasta obtener la actual versión mejorada y a medida de esos emblemáticos zapatos de juventud.

Como estos Custom 1974Round con hebilla, confeccionados a mano y a medida en prestigioso Cuero Weinheimer para Sasha Steing, de Suiza.

creepers buckle creepers creepers de hebilla customizados

Este es Sahat Tsering, una persona realmente importante para nuestro taller, un cliente convertido en amigo que creyó en nosotros desde el principio. Esta vez nos encargó unos creepers 1974R Custom Cuero Weinheimer con hebilla para lucir con su nuevo traje de corte ‘Ted’ clásico eduardiano. Amistad y admiración eterna hacia Sasha por su personalidad, estilo y calidad humana.

creepers buckle creepers hebilla creepers custom

El modelo de Sasha en cuero Weinheimer, uno de los ‘boxcalf’ más prestigiosos del mundo.

¿Quiénes son nuestros clientes actuales?

Es difícil definirlos en un solo perfil. Este grupo es diverso y unido por su amor por R&R en todas sus formas.

Valoran la zapatería clásica y disfrutan de personalizar sus propios zapatos para reflejar su personalidad.

Incluye músicos, tatuadores, fotógrafos, y profesionales de todo tipo, desde un jefe de bomberos en California hasta un maestro de Cáceres, que comparten la pasión por la música y la cultura, buscando revivir la libertad y rebeldía de tiempos pasados mientras mantienen la capacidad de sorprenderse… atrapar del algún modo aquellos tiempos felices.

INICIO siguiente: cómo arruinar tu indumentaria